jeudi 1 août 2019

A veces los días se llenan de luz, otros se llenan de ti. A veces le da miedo marcharse, y otras llama a tu puerta entre furiosa y llena de miedo, para que la calmes. Y como tu calma la cura solo sabe quedarse ahi, aun con la certeza de que aquel no es su sitio. Buscando tiritas que calmen el dolor, aunque estèn deshilachadas, aunque sepan amargas y a poco. La honestidad es un camino de constante coraje,  tenemos derecho a renunciar a ser valientes de vez en cuando. Y a quedarnos entre sus manos. Aunque sabemos que puede doler, tanto a nuestra calma como a la Alegria.

Pero las elecciones que tomamos son tan humanas como nosotros, son tan de épocas como las estaciones. Y tienen tormentas, y tienen sabor a sal, pero sobre todo.. tienen humanidad.

Juré no escribirte porque así, te doy el lugar que mereces, y honestamente, pensé, que no lo ganaste. Pero poco importa, ese lugar era tuyo. Tan tuyo como mío el que yo ocupé. Y todo esta bien así, ya no hay vueltas de papel, ni explicaciones que dar, todo fue como tenia que ser, aunque no me gustara.

Tal vez, de las cosas que no nos gustan, haya que rescatar, sobre todo nuestra propia mirada. Para entenderla de frente y sin excusas. Y si yo no fui honesta, tampoco? y si no me di mi lugar y te exigí que me dieras algo que yo no sé ocupar? Y si no tuve el coraje de decirme a mi misma lo que de verdad sentía? Eso me enseñaste tu. Que para ver, hay que aprender a mirar. Y lo que no quiero ver no puedo mirarlo con tus ojos, ni creyéndote peor que yo, sino sacando el puño  de la riñonera(ese que llené de rabia porque no me querías)y abrirlo para que me muestre cuàndo dejé de quererme.

El Perdón no es la fragancia que la violeta deja en el talón que la ha pisado. El perdón es el acuerdo que yo me concedo al mirarme, cuando ya no quedáis ni tú ni tu pasado para llevar una culpa que no puedo seguir poniendo en tu hombro. Ahora que ya puedo ver mi propio reflejo.

Perdonarte a ti seria bastante fácil, basta con la falsa modestia que es ponerme por encima de ti. Pero mirar mi propia parte de responsabilidad en aquello que me hiciste ver... eso es otra cosa. Y no es difícil, pero es desagradable. Pero puedo hacerlo porque si hay una certeza que me queda clara, es que el amor todo lo puede.... y sino... TIEMPO. Que al fin y al cabo, no es otra cosa que amor.

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