Todavía resuena en mi cabeza "con trocitos, de lo verde del jardín, hace enteras las mitades, y las pega para mi" en dos voces que sintonizan mientras se funden en el presente. Todavía puedo oler la hierba mientras canto mentalmente esa canción y mi voz se envuelve con la suya...todavía. Y eso que he soltado los lazos que me domesticaron, y eso que sus manos han dejado de ser mi refugio contra el invierno, y eso que ya me despedí y llegué a tiempo. Pero no es malo, es un timón. No se puede querer de nuevo a medias, después de haber querido de verdad. Y es tan fácil querer a medias...pero no vale. Querer a medias es parar tu propia construcción individual para que te cuide el otro, querer a medias es querer proyectarse, es anclarse a la necesidad de amor, es desandarse para sostenerse. Es, pero camuflado, una manera de huir de una misma.
Y claro, lo que quiero no es eso. La prisa es eso, así que no la dejo entrar...cierro la puerta a la prisa, pero no a las ganas. Quiero entender cada latido de su voz, cada pausa y cada enlace. Leí hace poquito que "una historia son momentos conectados" y yo he andado demasiado como para olvidar ahora, que sólo conectamos dejándonos sorprender, y no buscando la sorpresa.

Se lo puedo explicar a varias personas, pero la que de verdad tengo que vivirlo soy yo misma, conocerse es eso, partir de la propia sensación, quedarse un ratito en ella, y si el amor lo pide, compartir sin miedo. Conocerse no es el relámpago, aunque puede que la tormenta nos ayude a ver más lejos...

y hoy es el día de los besos, besos al aire, pero sobretodo, besos sin dudas https://www.youtube.com/watch?v=Wp1YJW2aBQA