lundi 6 avril 2015

Lo primero que pienso al acordarme de ti, es que me falta el tiempo. No porque no lo tenga, ni porque necesite rellenarlo, sino porque se estremece en ganas de compartir, y a veces quiero saltármelo. Eso no significa que no entienda la espera. Claro que sí, la entiendo y la bendigo, pero la verdad es, que lo que me apetece, lo que me sale de dentro es un ratito amigo, de conectar sin móvil. Es bonito, ésta es la primera vez que te escribo sabiendo que no lo ves. Has llegado a un lugar(bueno, mejor dicho yo te he colocado ahí, pero tu te lo has ganado) en mi vida en el que sonreír se hace muy fácil, y creer también. Y eso es una verdadera maravilla, porque aunque no nos lleve a ningún lado, ya estamos de camino, que es lo único importante. Ese camino limpio, con algunas púas pero pequeñitas, que es interiorizar en una misma para que vaya brillando nuestra luz. En ese camino hay mucha soledad siempre, y es por eso que cuando aparece alguien que puede poner una mano en tu espalda y contarte sin miedo, que también lo está andando, reconforta fuerte, como las raíces tu sauce. Y siento agradecimiento hacia una persona que aún apenas conozco, pero cuyos pasos se cruzan con los míos casi al azar y parecen estar hechos de la misma talla. No necesito buscarle explicaciones y tampoco quiero que me las den, porque es muy fácil disfrutar este proceso acompañada, y mantenerse presente. Nunca pensé que una andaluza me desenredaría las raíces sin apenas decir nada, con solo naturalidad y una canción. Qué fácil es todo cuando la intención es buena. Cuando llegamos a un lago en el que remojarse sin miedo, ni más expectativas que la de ver que sucede. Y maravillarse, sea cual sea la respuesta de la vida, porque vamos aprendiendo que estamos a su servicio, es decir, al nuestro. Gracias por acompañarme en éste día.


FELIZ NO CUMPLEAÑOS HELENA.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire