dimanche 9 août 2020

retazos de un libro que nunca dije.. pero viví

 Pero las ausencias se te clavan en lugares distintos.

Mi padre se clavó en mi pecho,como un ron ardiendo que te quema la garganta. Y cada vez que respiro me duele, como si estuviera atravesada porque no se puede ir. Y me llenó las manos vaciandome la vida de todo lo que no era importante, como ella....

HAY GENTE QUE TE deja lugares en los que siempre puedes volver.


una posada, una carta al futuro, tal vez sea yo ese 1%. lugares que siempre aparecen para recordarte:yo ya estuve aquí.


mardi 4 août 2020

En este caso no tengo ganas de escribir para llorar, pero sé que acabaré haciendolo.  Hace 11 meses hoy... tambien sabe a Miercoles. Como todos los meses en qué sé que no estàs, y no sé muy bien celebrar el tiempo. Los miercoles no me gustan mucho porque son pesados(siempre siento el exceso de semana, y espero a que pasen), pero aquel no me dio tiempo a esperar. Te presentaste con una llamada de mi hermano, y todo se desvaneciò:
Mi risa, el estrès, el tener que hacerlo todo bien, las ganas de estar en Lyon. Y ardio el dolor en mi pecho, como una explosiòn que se enciende de golpe dentro de tu cuerpo y te revienta las extranas. Ni siquiera podia pensar... todo era temblor, nada podia llevarse la voz de mi hermano al otro lado del telefono, nada podria cambiar la realidad.
Y los meses desde entonces, se suman y poco a poco, me dejan respirar... pero pesan, siguen pesando. Y no los tengo miedo, no sé si me quedan muchos miedos. Puede que si, y voy  recuperando tambien los miedos, al volver mis energias, y mis ganas, timidas, de amar la vida. 
Las certezas se quedaron para el que juzga, como alguna amiga de la infancia, que dice que me perdi y no sabe como encontrarme, ni acompanarme, como mi madre que dice que soy muy dificil, pero me quiere.

Sé que me he vuelto muy dificil de querer, y no puedo echarte la culpa de todo, porque ha sido mucho el frio vivido, y no todo el mundo soporta el hielo.  En lugar de aprender a complacer, he aprendido a ser fiel al corazon, para no necesitar serle infiel a nadie.

No dejas de faltarme, y dudo de veràs, que tu herida curé algun dia. Pero se va haciendo màs tolerable.

samedi 1 août 2020

historia de una avión

Yo nunca me quedé mirado aviones. Creo que solo perdí uno. Las únicas señales que no vi son las de tu adiós, Miguel.  Y sin embargo en cada uno de esos viajes siempre hubo naufragios, y todos los gané. Porque entendí que el territorio no se gana con un trozo de papel, sino con unas manos que lo han acariciado, y envejecieron un poquito con sus grietas. Una vez soñé que seria fisioterapeuta, y lo soy sin que sea parte de mi identidad. El secreto de los verdaderos sueños es quien eres sin ellos. Ellos solo son el barco que te ayuda a navegar y ser experta marinera. Ellos te arrojan al mar, ese mismo mar que te arranca la vida de un grito cuando entre tanta marea, renuncias a tantas cosas...como a ver morir a tu padre. Si solo hubiera podido darte la mano, gritarte que no te vayas, aferrarme a tu pecho oyendo por ultima vez como late... Si solo hubiera podido mirarte a los ojos de una manera tan intensa y tan llena de amor y de ti, que entenderías todas la gracias que te debo. Pero no pude, porque la vida me atrapó viviendo. En uno de esos sueños en los que construirse, a veces, parece tan caro. Y es ese sueño también el que me ha mantenido en pie.
Recuerdo con fuerza el dia que te pedí ayuda para poder estudiar fisioterapia, y no dudaste. Tambien el dia que recibí por correo la puerta de embarque, y fuiste mi primer abrazo. Un abrazo que para mi era vida hacia delante y a ti, te congelaba el aliento, porque tu niña, se iba de nuevo. Y ahora, que te fuiste tu, no puedes tener mi abrazo porque lo perdí en el mar. Pero pienso ir a buscarte. Pienso encontrarte en todos y cada uno de los Migueles que no conocí, en los árboles y las raíces de bambú, en todos los bares, y todas las montañas que huelan a valle de Guadarrama. Y te veré en los ojos de mis hijos, porque no hay otra manera de tener más de ti, que más vida.

Porque la vida ha venido de nuevo a pillarme por sorpresa y para quedarse. Porque no quiero que tu frente y tus manos se borren aquí, ni se hagan cicatriz, sino cuento. 
Todos y cada uno de los días que te debo, me voy a beber a pedazos. Y brindaré por ti, y por todos tus errores. Me bendijiste, Papá.