Le salían mariposas del los dedos y el aire escandalizado, despeinaba a su paso todas las miradas...
el azúcar era para los incrédulos, ella solo necesitaba ese momento, ese estar acompañada en la mejor compañía, tu hogar.

Siempre había buscado su hogar... cruzó mares y ondeó montañas, subio pedaleando a un ferry de incertidumbre y se durmió en el anhelo de un mundo mejor. Le asustaron los sueños imposibles, o taaan díficiles que ardían. Y volvió a casa...otra vez. "Supongo que habré encontrado mi hogar cuando esté en un lugar del que no me pueda marchar. Entonces...lo sabré. Será allí". Pero no...su hogar era el mundo y aquella ventana a una vida que pasa. Su hogar era aquel momento. Era mirarse y saberse familia, era disfrutar del silencio de quien se sabe acompañado. Y de esa manera, completo.

En todas las miradas se esconden cicatrices. En todos los adioses un "quiero volverte a ver" y en todos los pecados una falta de sueño que se sacia a mordiscos de vida. Le prometió no tener que ser perfecta, no tener que amar la vida a todas horas, poder dejar vencer al miedo de vez en cuando, pues en el temblor a veces se descubren las grandes pasiones.  Sabía que la serenidad era horizonte pero quizás allí, no podría descubrirse exhausta de emociones, no podría sentir de nuevo esos días en que la lluvia te atropella, no podría oír respirar y sentir aquella delicia de aire tan cerca de su pecho. No podría no, y no quería perderselo.

Ella me dijo _ quiero entender el invierno_ y yo sabía que en su mirada ya no había frío.
Sonreía, porque la música acariciaba sus ganas de vivir...y me miraba sin querer pronunciar mi nombre.  Pero bailaba. No podía evitarlo. Aunque los pies estuvieran en el aire, el sonido de un blues es más fuerte que uno mismo, y te penetra en las entrañas.

Y la noche regalaba sorpresas para darnos la bienvenida. Y sus manos se acercaban a mi piel, y por momentos, temblaba. Porque su calor era tal que más que acariciar, ardía.

_Bailamos?_ Y después de andar bailamos. Pero con su pelo y mis besos..con su sabor a tierra y mi frío, que se derretía con sus labios.

No hay mayor espejismo que una noche mágica de dos desconocidos que se encuentran. Ni mayor alegría tonta para despertar.. bueno sí, si la valentía me hubiera ayudado a dejarla entrar...  tal vez mañana...

Hay cuentos que no se pueden desandar. Recuerdo pensar en ello desde el primer beso que te dí. Recuerdo que eligió algo que iba más allá de mí...estrellas, casualidades y música a destiempo...y en mi cabeza el run run de " a ver quien rebobina este cuento".

Y no te puedo llamar error. Pero si pretendo que sea una navidad en la que no quiera verte, y no lo es. Pretendo apagar el reloj y no mirar, por si acaso.. algún milagro de Nochebuena. Una nochebuena que siento( en todos los sentidos, y en el pesar) que quiero dormir contigo.

Tal vez la soledad, que me conoce bien, quiera jugar a tejerme un abrigo. Abrigo contra el frío en el invierno más calido que vi, y más de nadie. Abrigo contra el hueco de mi hermano y su familia, contra la ausencia de pirata, tras 15 noviembres, contra los años que pasan y por fin se nota su peso... contra los planes sin estructura que me ven volar y me dejan al descubierto.

Bendigo la suerte de que sea así, aunqur no lo comprenda.

Cuando miras a alguien con Amor y sabes que tienes que dejarlo ir, porque es la mejor manera de querer. Cuando puedes enterrar la distancia con sólo mirarlo a los ojos. La forma da igual, es tan bonito el contenido...
 Qué suerte tengo de que además de que sea uno de mis pilares. Qué suerte tengo de poder contar con él y compartir, aunque sea un ratito de este puente. Y entiendo que se aleje, y que se esconda, y me gustaría haberlo querido mejor, pero aún hoy, sigo aprendiendo.

https://www.youtube.com/watch?v=SrftGLijCRI

"si quieres...libertad, te quiero en libertad, como nos conocimos." Te amaré mejor, porque mucho y demasiado es un error.