samedi 29 juillet 2017

Estoy contenta de estar en casa. No es una alegría eufórica, la verdad. Me siento mayor. Siento que además, estoy en el lugar correcto. Que hasta aquí, he elegido bien....y sin embargo, ahora que tengo que volver a elegir, ahora que sé que he de dar otro paso, me siento un poco cansada. Y no sé desde donde elegir. Si darme un poco de tregua y unos meses de trabajo fácil, de recarga energética...o ir a por todas, saltar de nuevo, elegir mirarme y saber.

A veces estoy cansada de ser fuerte, y solo quiero ser cuidada. Pero incluso en esas ocasiones sé que de alguna manera estoy huyendo, aun sin moverme.

"No te exijas tanto chula" me dirían mis amigos. Y es verdad. Y no es porque una parte de mi no quiera ir màs lejos, sino pprque hace falta escucharse. Ir mas lejos no puede ser NUNCA una obligación, sino un rumbo. Y para que siga siendo rumbo y no dar zarpazos a la niña que soy y que ahora integro, es necesario que la escuche. Es necesario que mire a esa parte de mí y ahora, adulta, vea qué necesita. Y se lo ofrezca junto a mi mano para que, serena, camine.

Elijo que seas la primera, elijo mirarte, me doy el permiso para ser mi prioridad. Ahora sí.